15 de junio de 2010

Los tiempos están cambiando.

La semana pasada fui a lo de mis viejos, y como hacía frío me quedé a dormir.
Resulta que ayudé a Roza con algunas cosas y antes de cenar fuí al patio a cagarme de frío para fumar. En eso escucho que la cagaban a pedo a mi hermana (oh si). Termino con mi vicio, entro...
Y mi hermana de 15 años con un chupón en el cuello.
Si, un chupón.
Y mi viejo explicándole que cuando le pasaba eso, que se pase un peine o una moneda, así se le corría y no le quedaba tan marcado (!).

Y ahí recordé mi propia historia:
Tercer y último año del Polimodal...17 años... Me fuí a "Estudiar" a lo de mi amiga, con la que me fuí a bailar. Ahí conozco a un vecino de ella que estaba más bueno que comer pollo con la mano, al cuál me recontrareapreté, y que me dejó marcas en el cuello que le darían miedo al mismísimo Frankestein. Al otro día llego a casa, mi viejo me pregunta como tenía el cuello (ya que cuando me llevaba a la casa de mi amiga, nos habían chocado el auto y yo me había golpeado el cuello). Me ve, me pega dos cachetadas, me recaga a pedo y me castiga hasta fin de año (sin salidas, y sin entrada de amigas a casa). Lloré una semana entera.

Y ahí estaba mi hermana, con la media medalla en una cadenita que lleva colgada con orgullo, con marcas en el cuello, riéndose y cenando frente a mi, mirándome desafiante la muy forra.

Menos mal que me fuí de casa.

P.D.: No quiero admitirlo, pero tengo un fuerte presentimiento de que voy a ser tía antes que madre.

2 comentarios:

  1. Jo!
    Vos hiciste el camino.. si nunca hubieras venido con un chupon, el cascazo se llo hubiera llevado ella en tiempo y forma...

    eso se llama ser una buena hermana mayor.. no es muy precoz la pendeja???

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  2. Es demasiado precóz. Deberías ver a las amigas. Me dá escalofríos de solo pensar las cosas que andan haciendo.

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