Supongo que todos tenemos traumas desde nuestra infancia. Algunos de esos problemas que tuvimos, que por mas boludos que hayan sido, nos marcaron cual hierro caliente al ganado (buena esa frase de vieja que tiré).
Una de las cosas que me marcaron fue el hecho de no alcanzar el interruptor de la luz del baño hasta los 8 años, y que mi hermana lo haya hecho sola a mediados de los 3. Otra también fue que en el último acto del jardín me tocó ser Paquita (Xuxa estaba en su apogeo) y mi mamá buscó y buscó gorritos por todos lados, pero no tuvimos suerte. Eran tamaño estándar y por eso no cazaba una de la coreografía: Mi cabeza estaba dentro del gorro y si no fuese por la nariz, ni la boca me dejaba libre.
El mes pasado mi hermana se fué a Bariloche (me trajo chocolates y alfajores en gran cantidad, como para que no le saque eso en cara a futuro).Festejó con amigos en mi casa antes de irse, fuimos a comprar ropa, nos despedimos, mamá lloró, ella lloró... Y a mi todo eso me revolvió un trauma de séptimo grado:
Corría 1998 y el desgraciado del gobernador de Buenos Aires (en realidad no sé si era el intendente o el gobernador, o Ruckauf o Duhalde... Google no coopera) les regaló un viaje de egresados por una semana a todos los que estuviesen en séptimo grado. Una cagada, ya que ese año se implementó el tema de EGB-POLIMODAL (El primario pasó a ser de primer grado a noveno y el secundario, de primer a tercer año).
En fin, la cosa es que al tener padres trabajadores y una hermana de 3 años, no me dejaron ir. Oh padres, cómo los quise ese año!
Ya lo superé, te juro que no me afecta para nada el hecho de que este viernes pasado vinieron mis ex compañeras a casa y hayan recordado cada pequeño detalle de esa semana. Todo bien. Tampoco me molesta que hayan visto Titanic en el cine, y que al llegar todos me la hayan contado y que cuando yo la vi por cable 2 años después, no me haya producido ni la más mínima emoción porque básicamente ya sabía todo lo que pasaba.
Creo que es por eso que me voy a todos lados en cualquier finde libre y con quien venga, pero mi mamá dice que hago eso porque estoy al pedo y no puedo dejar el culo quieto.
Para mi mamá no quiere aceptar que me traumaron.
Igual la amo, en séptimo grado creo que no.
Me cagué de risa! Todos estamos traumados.Esa es la cuestión.
ResponderEliminarHoly shit, MaraiaCarei en mi blo'.
EliminarLo único que me asusta de ser padre algún día es saber que los voy a traumar por demás. Y que cuando crezcan también voy a querer negar mi implicancia en sus quilombos.
ResponderEliminar(Y no cuento los que me dejaron de regalo a mi porque necesitaría 23 comentarios más o menos).
Hazte cargo, Hugo San. Le cagarás la vida a tus herederos.
EliminarJajaja (o no jajaja)!
ResponderEliminarAlgo de esto pienso con respecto a mis niñitos, especialmente en este momento con la más grande, ojalá no sufra en demasía las marcas que van... y quedan aun hasta que crezca.
Todo bien, pero evitando el bajón a juerza de'mpujar, canejo!!!
Trauma, yo? Yo quería el muñeco de He-Man y mi vieja con la mejor de las ondas me compró... uno de los malos de la 3ra. línea más o menos jajaja... y tiempo después le compró el He-Man a un primo pelotudo al que solo le gustaban los autitos de Turismo de Carretera!!!! Aaaggghhh... cuánto dolor... (esto me hace gustoso de chongos? jaja)
A mi me pasó también que mi madre llevó a mi primo al teatro a ver a Thalía.
EliminarSin que yo conozca un puto teatro, anfiteatro, nada. Lo llevó a él para su cumpleaños.
A mi en la fiesta de la primaverga en el acto de jardin me vistieron de mariposa ...... ahora entiendo porque odio la primaverga... me habia olvidado! maldicion no debiste traer ee recuerdo!!
ResponderEliminarEl famoso mariposón de la fiesta de primavera.
EliminarPobre Dur, pobre.
Me han vestido de granadero como a todo el mundo y de hawaiano (no se si se transformo en un trauma o en una duda existencial acerca del tema de ese acto). Besooooos
ResponderEliminar¿Hawaiano? Es buena esa. Fíjese si lentra el traje todavía.
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